Los contratos de trabajo escritos son acuerdos legales que describen los términos y condiciones de empleo entre un empleador y un empleado al momento de comenzar en un puesto laboral nuevo. Si bien ofrecen claridad y protección, también tienen algunas desventajas que le mostraremos en el blog de hoy.
Ventajas de los contratos escritos:
1. Proporcionan claridad: Un contrato escrito define claramente las funciones, responsabilidades y expectativas tanto del empleador como del empleado.
2. Ofrecen mayor protección legal: Un contrato puede proteger los derechos de ambas partes y proporcionar una base para un recurso legal si cualquiera de las partes incumple los términos.
3. Términos y condiciones especificados: En estos se especifican detalles cruciales como compensación, beneficios, horarios, políticas y más.
4. Flexibilidad: Los contratos se pueden personalizar para adaptarse a las necesidades únicas del trabajo, la empresa, e incluso de los empleados. Esta flexibilidad permite negociar y adaptar los términos para que ambas partes se beneficien.
Contras de los contratos escritos:
1. Pueden ser muy rígidos: Una vez firmado, un contrato puede limitar la capacidad de cualquiera de las partes para realizar cambios en los términos.
2. Generan costos y toman tiempo: Redactar y revisar los contratos puede llevar mucho tiempo y puede requerir experiencia legal o contratar a una persona para estas actividades en específico.
3. Usan lenguaje legal complejo: El lenguaje que se utiliza para redactar contratos puede ser difícil de entender para quienes no son profesionales legales, lo que genera confusión o mala interpretación.
4. Da un sentimiento de falta de confianza: En algunos casos, presentar un contrato por adelantado puede crear una atmósfera de desconfianza entre el empleador y el empleado cuando la naturaleza del trabajo no suele requerir un contrato.
La decisión de utilizar un contrato escrito debe basarse en las necesidades específicas de la empresa, la naturaleza del trabajo y las preferencias de ambas partes involucradas. Se recomienda consultar a profesionales legales al redactar o firmar contratos para garantizar que los términos sean justos, y alineados con las leyes aplicables en el área laboral.
